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De nada sirve dedicar más tiempo a los hijos si ese tiempo se convierte solamente en estar simultáneamente en el mismo lugar. Es importante que ese tiempo de convivencia, permita reforzar la relación y contribuir a que, tanto padres/madres como hijos, a través de esa convivencia, sean mejores personas. Pero eso no sucede solo, ¡hay que provocarlo! Para ello, es importante realizar acciones enfocadas a ese propósito, entre las que pueden considerarse las siguientes:

1. Micos a sus palos y palos a sus micos: Este juego consiste en tener una buena coordinación entre el padre y el hijo, tendrán que hacer dos círculos uno los niños y los padres tendrán que hacer el otro circulo alrededor del circulo de los niños.

En el momento en el que el instructor diga “micos a sus palos los niños se subirán a tuta a los padres, y cuando digan palos a sus micos los padres tendrán que sujetar a su hijo y abrazarlo.

2. Juego de encestar “Puntería a caballito”: Se trata de llevar al niño a caballito. Debe lanzar balones o pelotas a una cesta o caja, para encestarlos. Gana la pareja que más pelotas logre encestar.

3. El caballito ciego y su lazarillo: El adulto, que es el caballo, se venda los ojos. Su jinete lo deberá orientar, para que llegar a un sitio determinado o meta.  Debe saber dar indicaciones para lograr su objetivo.

4.El Bailarín: Se trata de organizar unas sillas de forma circular, los padres tendrán que hacerse al lado de cada silla, e n el momento de que comience la música tendrán que moverse alrededor de las sillas y cuando se detenga el primero que se siente pasara a la siguiente ronda, el que no quede con silla saldrá del juego.

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